En todas las relaciones de pareja se presentan conflictos, eso es inevitable porque todos tenemos diferencias algunas vez. Ahora bien, la cuestión es cómo lo manejamos en el momento. Si un malentendido no se gestiona adecuadamente, puede escalar, y generar un conflicto aún mayor.
Una estrategia simple que siempre les sugiero a mis pacientes, es tomar una pausa, que puede ser, salir un rato a caminar, darse un baño, o simplemente cambiar de ambiente, lo que mejor le funcione a cada uno, para poder pensar con tranquilidad, bajar la espuma, y reflexionar de qué manera vamos a abordar la situación.
Cuando no se gestionan las emociones como el enojo, y pasamos por alto esa pausa, corremos el riesgo de que se nuble nuestra visión y nuestra capacidad de comunicación.
Entonces en vez de expresar verdaderamente lo que sentimos ante una problemática, terminamos reaccionando por impulso y diciendo cosas que no queremos decir, que por supuesto hieren a nuestra pareja, y van generando a largo plazo heridas profundas en la relación.
Si optamos por tomar una pausa, vamos a poder pensar lo que queremos decir, y cómo lo podemos decir de la manera más asertiva posible. De esta manera nos estamos dando la oportunidad de ser escuchados y validados.
Por supuesto que con tomar una pausa, no me refiero a permanecer días sin hablar con nuestra pareja, porque eso solo nos lleva a evitar el conflicto y agravar cada vez más la situación, porque de todas maneras el problema va a seguir estando ahí presente.

Los temas importantes en una relación deben hablarse, pero en el momento adecuado, cuando ambos estén tranquilos para conversar, y así poder llegar a acuerdos.
Hay que aclarar, que los problemas por lo general no se resuelven con una sola conversación, y seguramente sea necesario más adelante volver a retomarlo. Después de un intercambio, es importante que cada uno pueda darse un tiempo para procesarlo y pensar cómo mejorarlo.
Poder hablar con nuestra pareja libremente sobre cómo nos sentimos, y ser validados, no solo permite solucionar conflictos, sino que aporta al crecimiento del vínculo.