Las relaciones de por sí son complejas, pero aún más cuando se trata de un narcisista. Hoy en día, es muy común escuchar este término en las redes sociales, pero veamos qué nos quiere decir.
El trastorno narcisista de la personalidad debe su nombre al mito griego de Narciso, un joven de gran belleza que despertaba la admiración de todos, lo que lo llevaba a actuar con rechazo hacia los demás. Fascinado por su propia imagen reflejada en las aguas de un lago, Narciso se enamoró de su propio reflejo, lo que terminó por enloquecerlo.
La personalidad narcisista se caracteriza principalmente por el egoísmo, y el egocentrismo. Estas personas buscan constantemente la aprobación y se muestran ofendidas ante cualquier crítica, lo que dificulta sus relaciones y su capacidad para enfrentarse a distintas situaciones.
¿Por qué no me di cuenta del tipo de persona que realmente era?, es una de las preguntas que se hacen muchos pacientes en la consulta. Uno de los principales problemas de convivir con un narcisista es culpabilizarse. Y, aquí es donde debes empezar a trabajar para recuperar tu autoestima.
Las personas que conviven con alguien así, enfrentan con frecuencia dificultades en su relación. Los narcisistas son hábiles manipuladores que utilizan tácticas emocionales para conseguir lo que quieren. Pueden distorsionar las situaciones para generar sentimientos de culpa, en aquellos que los rodean, con el fin de mantener su control sobre ellos y satisfacer sus propias necesidades.
Las relaciones con personas narcisistas pueden generar un alto malestar emocional y afectar seriamente la autoestima. La terapia psicológica puede ayudar a comprender mejor de qué se trata, y brindar herramientas para aprender a establecer límites y mejorar la autoestima y la confianza en uno mismo.