¡Feliz 9 de Julio, amigos de La Unión! Un día como hoy, pero hace 207 años, en la Casa Histórica de Tucumán ocurría tal vez el suceso más importante de la historia argentina: se declaraba nuestra Independencia. Pero hace 16 años también pasaba por aquí algo único que incluso llegó a robarle el protagonismo al festejo patrio, sobre todo en la Capital Federal y alrededores: nevó por primera vez en mucho, pero mucho tiempo. Sí, claro, también en Lomas de Zamora. ¿Quién se puede olvidar?
No hace falta ser meteorólogo para entender que lo que sucedió en aquel helado feriado de lunes en 2007 fue algo totalmente fuera de lo común. De hecho, sólo había caído nieve dos veces en nuestra zona desde que Buenos Aires se constituyó como ciudad: la primera fue bastante leve, en 1912, y la siguiente, muy recordada, ocurrió el 22 de junio de 1918. Es decir que hubo que esperar 89 años para ver a nuestras calles teñidas de blanco, como si estuviéramos en plena Patagonia. Muchos vecinos, lamentablemente, nunca llegaron a verlo.
Ahora bien, ¿qué ocurrió? Está claro que para que nieve en Buenos Aires deben coincidir muchas condiciones meteorológicas y atmosféricas poco frecuentes para el clima de la región pampeana. El viernes 6 de 2007, tres días antes, se produjo la entrada de una masa de aire polar que afectó a casi todo el territorio nacional, a Uruguay, al sur de Paraguay y al sudoeste de Brasil. El frío avanzó entonces durante el fin de semana desde el sur hacia la zona central de la Argentina.
Finalmente llegó aquel lunes. Lo recuerdo todo como si fuera ayer. En el noticiero, nuestros compañeros meteorólogos nos sacaban las dudas y todos especulábamos con la posibilidad de que ocurriera lo inesperado aunque, en el fondo, no lo creíamos posible.
Para sorpresa de todos, lo increíble se volvió realidad: el lunes 9, cuando casi todos los argentinos disfrutaban del día libre, la presencia simultánea de aire muy frío en los niveles medios de la atmósfera y en la superficie dio lugar primero a una llovizna en forma de aguanieve y más tarde, con el correr del día, en nieve. Las temperaturas fueron extremas y la sensación térmica llegó a marcar 1,4º bajo cero. Claro que, teniendo el patio pintado de blanco, a pocos les importó el frío.
Las calles de Lomas, al igual que las del resto de la zona, fueron testigos del infrecuente fenómeno climático a partir del mediodía, cuando comenzó a caer aguanieve. Con el correr de las horas fueron apareciendo los primeros copos blancos y todos empezaron a festejar: aprovechando el feriado, miles de vecinos salieron a celebrar en sus veredas ymuchos hasta se juntaron a jugar y a sacar fotos en la plaza Grigera. Aquel 9 de Julio quedará por siempre grabado en nuestro recuerdo. Lo que todos nos preguntamos es: ¿pasará otra vez? ¡Ojalá! Quién te dice…
Artículo publicado en el diario La Unión de Lomas de Zamora.-