¡Hola, amigos! Les escribo con las energías renovadas. Hace unos días tuve la suerte de irme de vacaciones y poder recorrer lugares de cuento en nuestra hermosa Patagonia. Con Bochi, como siempre, caminando juntos de la mano.
Disfrutamos de descubrir lo insondable del paraíso. Conocer rincones de la Argentina
dignos de los mejores paisajes del mundo. Escuchar el sonido del silencio. Charlar de
la vida mirando un lago. Bajar un cambio. Y parar. Parar para después seguir con el
ritmo loco de la vida ajetreada.
Volveremos, claro.
Te lo dice un amigo.