Dormir bien es un arte, y es, además, pilar fundamental para el rendimiento, salud, humor y calidad de vida en general. Entonces, ¿qué pasa cuando nuestra pareja, la persona con la que compartimos la vida, el amor y seguramente una infinidad de proyectos, sin quererlo nos impide descansar? ¿Es posible deconstruir la idea de cama matrimonial y pasar a la, hasta ahora loca, fantasía de pensarnos en cuartos diferentes?
Querida insomne de la vida en pareja, tenemos buenas noticias: según esta tendencia, que se llama sleep divorce (divorcio de sueño), propone dormir separados y tiene cada vez más adeptos en todo el mundo, la respuesta definitivamente es “sí”.
Estamos en un mundo cambiante, en donde permanentemente cuestionamos situaciones que antes repetíamos en forma automática. Así hemos sostenido mandatos y costumbres por mucho tiempo sin preguntarnos si nos eran afines, si nos hacían bien. Hoy la rueda gira rápido y las nuevas generaciones traen aires de cambio; la balanza comienza a inclinarse hacia el lado de la individualidad y el bienestar propio. Y entonces surgen reflexiones antes impensadas.
¿Por qué SÍ?
Cuando se considera la posibilidad de dormir separados, la primera limitante con la que seguramente nos encontremos es el espacio. No todos poseemos un cuarto extra o lugar en la casa para destinar a un ensayo así. Pero si eso no es un problema, podemos llevarnos una linda sorpresa.
Porque si no dormimos juntos:
Descansamos mejor (y esto repercute en nuestra salud).
Nos extrañamos.
Nos despertamos a la hora que le queda bien a cada uno.
Nos levantamos con ganas de vernos.
Empezamos el día frescos y de buen humor.
Mantenemos nuestras costumbres y rutinas nocturnas sin molestar al otro.

¿Por qué NO?
Y sí, claro, la vida no es color de rosa, y como todo, esta modalidad también tiene sus bemoles:
Dormir sola no es lo mismo que acompañada. Si sos fan de la cucharita, quizás el sleep divorce no sea para vos.
Si casi no se cruzan en el día, perder la intimidad de la noche puede abrir una distancia que quizá sea perjudicial.
Si el cuarto es su lugar de encuentro, esto puede generar incertidumbre. Con tiempo, todo se puede reorganizar.
Algo similar pasa si solo tienen sexo al ir a dormir. Pero atenti, quizás esto pueda ser una excusa para reencontrarse desde otro lugar.







