Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Kansas, “la gente dice que quiere sentido del humor en su pareja».
El hecho de que la gente piense que eres gracioso o que puedes hacer bromas de cualquier cosa no está muy relacionado con la satisfacción en la relación, explican los investigadores.
«Lo que sí está muy relacionado con la satisfacción en la relación es el humor que las parejas crean juntas».
El autor principal del estudio, Jeffrey Hall, realizó alrededor de 39 estudios durante casi 30 años en los que participaron más de 15.000 participantes.
Según él, no basta con tener una pareja con buen sentido del humor. Lo más importante es encontrar una pareja que coincida con tu sentido del humor.

Según un investigador de la Universidad de Nuevo México, el sentido del humor hace que una persona sea más atractiva.
Este punto demuestra por qué nos resulta más atractiva una persona tranquila y con buen sentido del humor que una persona guapa pero que no sabe divertirse o carece de buen sentido del humor.
Los estudios han demostrado una y otra vez que la risa ayuda a liberar hormonas que nos hacen sentir bien y que ayudan a aliviar el estrés.
Por eso, es importante que las parejas compartan risas agradables siempre que se sientan agobiadas por los problemas.
Como afirman los expertos, estar con una pareja que sea divertida y a la que le gusten los chistes puede no ser suficiente.
Lo que una persona necesita es encontrar una pareja que comparta su mismo sentido del humor: si eres sarcástico, él también debería entender el sarcasmo; si te encanta el humor slapstick, tu pareja debería tener el mismo gusto por él.

De acuerdo al informe de los investigadores, las parejas con tendencia a las bromas se declaran satisfechas con su relación, datos con base en entrevistas en línea a 154 parejas heterosexuales a las que preguntaron por sus niveles de felicidad en la relación y por cómo afrontaban que se rieran de ellos, así como cuánto les gustaban reírse de los demás.
Los expertos descubrieron que a menudo las parejas tenían las mismas actitudes hacia las bromas y, cuando era así, se sentían más cómodas en su relación. Por eso, no solo tiene que haber una conexión de personalidades entre ambas partes, sino que también un sentido del humor necesario para que las bromas no sean consideradas como ofensivas, hirientes o defensivas.
Además, es muy importante que las bromas solo sean eso, inocentes, porque en el momento en que los sentimientos y quejas reales entran en juego, se corre el riesgo de herir a la otra persona. La habilidad de las parejas de reírse juntos genera mucha seguridad entre ellos, ya que se demuestran de ambas partes cuánto se conocen por dentro y por fuera, y esto ayuda a establecer una buena base para la relación.







