¿Aprovechaste el día? Tratá de no terminarlo sin haber crecido un poco, sin haber sido un poquito feliz, sin haber soñado, sin haber alimentado tus sueños…
A veces estás bajón. A todos nos pasa. Pero tengo la obligación de decirte que no te tenés que dejar vencer por desaliento y que no permitas que nadie te quite ese derecho de expresarte, que es casi un deber. Tratá de pensar siempre esto: “Tengo que hacer algo extraordinario en mi vida”. Si no pudiste hoy, lo haces mañana. No importa. Pensalo de esa forma. Y no dejes de creer que las palabras pueden cambiar el mundo. Es así.
Somos seres humanos llenos de pasión y estamos transitando una vida que a veces puede parecer que es un desierto, pero a veces también te puede parecer que es un oasis. Te derriba, te tira abajo, te lastima, te convierte en protagonista de tu propia historia… Por eso, mi mi deseo es cuando yo firmo mi libro es “Nunca dejes de soñar”, porque solo en sueños podemos ser libres.
Y no caigamos en el peor error en el que podemos caer, que es el silencio, es callarnos la boca. La mayoría de nosotros a veces vive en medio de un silencio espantoso. Pero no te tenés que resignar ni traicionar tus creencias. Disfrutemos el pánico que provoca tener la vida por delante. La tenemos que vivir intensamente, fuera de mediocridades. Pensemos que en nosotros está el futuro; y que nuestro desafío es encontrar nuestro propio presente con orgullo, sin miedo. No permitamos que la vida nos pase por encima sin vivirla.
Te lo dice un amigo.
