Romper el círculo, se estrena hoy en Argentina y ya es furor en todo el mundo. Esta película protagonizada por Blake Lively y Justin Baldoni, es la adaptación de una novela muy exitosa de Collen Hoover, autora estadounidense.
Es una historia basada en hechos reales, sobre violencia de género. Es una película muy fuerte que muestra cómo la protagonista -Lily Bloom- es víctima de maltrato y abuso en la pareja como muchísimas otras mujeres.
Una historia que nos hace reflexionar el cómo a veces juzgamos a las personas que atraviesan alguna situación similar sin entender por qué no pueden salir de una relación tóxica.
Salir de una relación de este tipo es muy difícil porque detrás de este tipo de vínculos subyace el mismo mecanismo que sostiene una adicción: la falta de control y la dependencia. La necesidad de repetir compulsivamente esa conducta es lo que la convierte en una adicción. Y aunque ocasiona mucho daño es muy difícil salir por miedo.
Es importante tener en cuenta que cuanto más tiempo de mi vida esté invirtiendo en esa relación, más me va a costar salir, como si de una droga se tratara.
Una relación tóxica no solo daña, sino que además nos impide avanzar, y no nos deja pensar ni actuar con claridad.
El amor es una emoción que puede ser hermosa o muy dañina, por ello es importante aprender a relacionarse sanamente. Y esto va a depender de cuan fortalecida esté mi autoestima. Cuando la autovaloración que tengo de mi mismo es baja, puedo tomar actitudes pasivas o agresivas en una relación de pareja. Si no me valoro lo suficiente, probablemente tienda a elegir vínculos que me hagan daño a nivel emocional, físico, o ambos.
Cuando no me siento seguro de mi mismo, no me respeto, y soy capaz de soportar cualquier cosa por estar con otro, hasta puedo llegar a sentir que merezco todo tipo de humillación. Tener la autoestima baja, hace que crea que no soy merecedor de afecto, cariño y buen trato.
Volviendo a la película, -Lily- carga con el peso de su historia familiar, donde también había maltrato y abuso. Aún no había sanado esas heridas del pasado que le dañaron su autoestima y la llevaban de adulta inconscientemente a repetir el mismo patrón de pareja.
Y aunque es muy difícil salir de una relación abusiva, se puede con ayuda profesional, y con el apoyo de la gente más cercana. Cuando logramos trabajar sobre nuestras heridas emocionales, es decir, sobre nuestra historia familiar, podemos entender porque actuamos de una manera u otra y comenzar a relacionarnos más sanamente, primero con nosotros mismos y luego con los demás.
Lily al igual que muchas otras mujeres, logra romper el círculo, y rehacer su vida.