Siempre les digo que el tiempo es de las cosas más valiosas que tenemos. A mí, que me gustaría que el día tuviera 25 horas (¡como mínimo!), me costó mucho entender que siendo esclavos del tiempo no hay felicidad posible.
En el pasado éramos y en el futuro seremos. Pero hoy somos. Es hoy el tema. Es hoy cuando hay que disfrutar. Si hoy disfrutamos nuestro tiempo, seguiremos disfrutando, porque hoy es el disfrute que anuncia la felicidad de mañana. Siempre pensamos que el tiempo es el que está por venir. Y tal vez nunca venga. Por eso, ocupemos el tiempo en aquello que nos haga felices.
La vida avanza, irremediablemente. Hay que disfrutarla, aceptarla. Se trata de un camino, a veces sinuoso, otras asfaltado, recto, con curvas, empedrado… lo importante es saber doblar, frenar a tiempo o acelerar en el momento justo. La vida es disfrutar del hoy con la familia, los amigos, los afectos.
Gracias a todos por siempre estar. Aunque la mayoría no me conozca en persona, créanme que su buena energía me llega. Siempre leo sus mensajes. Gracias por apoyarme, por seguirme en este camino de la comunicación, con honestidad y para generar conciencia solidaria. Por ahí pasa mi vida, que la comparto con ustedes hace más de 30 años. Con virtudes, desencantos, amores y vivencias. Soy feliz y vivo la vida con optimismo.
Te lo dice un amigo.