Fue todo muy rápido. No lo pensé bien. Pero cuando nuestra productora nos desafió a cumplir una promesa si la Selección ganaba el Mundial se me ocurrió pasarme la maquinita por la cabeza. Y así fue.
El lunes, horas después de festejar, apareció nuestra maquilladora y se ofreció a hacer de peluquera. Bonelli no perdió la oportunidad de cortar los primeros mechones. Cumplí la promesa bajo la atenta mirada de Roxy y Matute. Esto también pasa en Tempraneros, el noticiero que te despierta con alegría cada mañana.
La realidad es que cuando sos feliz no importa ver las entradas en la cabellera. ¡Cuánta emoción! Cuánta alegría contenida… cuánto sufrimiento. Solo queda agradecerles a los jugadores y al cuerpo técnico por esta alegría inmensa, por este momento inolvidable. Gracias en especial a Leo Messi por liderar esta felicidad.
Un país está feliz gracias a la pelota. La pasión es nuestra, en eso no nos gana nadie. A seguir disfrutando.
Te lo dice un amigo.
