Miles de momentos pasan por mi cabeza antes de salir al escenario. Pienso en todos los sueños a lo largo del camino. En mi timidez y en todos los palos en la rueda que tuve que superar para lograr lo que estoy viviendo.
En mis ratos libres, cuando escribía mi libro Parar, jamás me imaginé llegar un teatro con tantas personas dispuestas a escuchar mis historias. Y sin embargo estuve ahí, en la feria del libro de Bragado. Mientras Marcelo me presentaba no sabía qué pasaba del otro lado. No imaginaba que el teatro estaba colmado.
Sé perfectamente que estas cosas no se logran de un momento para el otro. Es una construcción; un camino. Es superar los miedos. Es despertarse cada día a las 4 de la mañana y volver a casa a las 21.30. Es ser perseverante. Es caer y levantarse una y otra vez. Aprender de los errores. Es siempre encarar cada paso con una sonrisa. Decir soy feliz. Y nunca rendirse.
Gracias infinitas por cada muestra de afecto que recibo en cada rincón del país.
Te lo dice un amigo.
