Mientras el sistema de residuos colapsa y más de 150 mil cartoneros trabajan en la informalidad, la climate fintech argentina Reaquila prepara para octubre un piloto en Buenos Aires de su app gratuita que “uberiza” el reciclaje: conecta en tiempo real a generadores de residuos con recicladores urbanos, digitaliza el proceso, garantiza pagos electrónicos y trazabilidad inédita en el país.
Con este modelo, la startup busca transformar la basura en datos, trabajo digno y recursos para la industria, complementando al Estado con una solución que combina tecnología, inclusión y economía circular.
En un contexto de precarización del trabajo cartonero y la falta de trazabilidad en el sistema de residuos, Reaquila apuesta por tecnología, inclusión y circularidad para transformar el reciclaje urbano en una cadena transparente, eficiente y con impacto social.
Tras haber testeado la aplicación en distintas ciudades, la climate fintech iniciará en octubre un piloto en Buenos Aires, con vistas a un lanzamiento progresivo hacia fin de año.
A través de una app gratuita, la climate fintech conecta a generadores de residuos con recicladores urbanos en tiempo real, digitaliza cada etapa del proceso y permite trazabilidad, pagos electrónicos y recompensas por reciclaje responsable.
Reaquila, una climate fintech argentina, está transformando el modo en que se gestionan los residuos reciclables a través de un ecosistema digital que combina inclusión social, trazabilidad y economía circular. Su propuesta surge en un momento en que el debate sobre la recolección de basura vuelve a escena en Argentina, con reclamos de cartoneros y cuestionamientos sobre la falta de un modelo integral y eficiente.
La compañía desarrolló una app con la que cualquier persona, comercio o empresa puede publicar los materiales reciclables que tiene disponibles. Los recolectores cercanos reciben la notificación, coordinan el retiro en el momento y todo el proceso queda registrado digitalmente, garantizando transparencia, pagos electrónicos y mejores condiciones de trabajo para miles de cartoneros.
“Contamos con una plataforma de uberización que permite a los usuarios solicitar la recolección de sus envases de manera similar a cómo funcionan servicios de entrega como Rappi o PedidosYa”, explica Martín Parra, CEO de Reaquila.
Tras su validación en distintas ciudades, la app comenzará a pilotearse en Buenos Aires, como etapa previa al lanzamiento. El despliegue será progresivo, por zonas de cobertura (“anillos”), replicando modelos de expansión que ya aplicaron apps de delivery en su llegada al país.
La startup ha desarrollado soluciones logísticas innovadoras para facilitar la recolección en hogares y puntos estratégicos de la ciudad, además de dispositivos que se instalan en contenedores públicos, donde los usuarios pueden escanear un código y recibir puntos por depositar sus residuos correctamente.
Más allá de la plataforma de uberización, Reaquila ha creado un marketplace de materiales reciclados donde las industrias pueden comprar directamente los materiales recuperados en plantas de separación. Este modelo promueve la circularidad, asegura el abastecimiento de insumos reciclados y evita el fenómeno del doublé counting, un problema frecuente en el sector donde distintos actores pueden contabilizar los mismos envases como propios.
“Gracias a nuestra tecnología, podemos conectar los datos de punta a punta en tiempo real, ofreciendo una visión completa del proceso y asegurando que cada envase recuperado cuente”, agrega Parra.
Al mismo tiempo, la plataforma busca cambiar hábitos de consumo incentivando la separación en origen mediante un sistema de recompensas. Así, no solo digitaliza la gestión integral de residuos, sino que también empodera a cartoneros, promueve la economía circular y ofrece a las empresas una trazabilidad inédita en el país.
En Argentina se generan más de 50 mil toneladas de residuos por día, de las cuales casi el 100% se entierra o termina en un basural a cielo abierto. En ese contexto, Reaquila propone una solución que conecta a más de 150 mil cartoneros con vecinos y empresas que separan sus residuos. Con tecnología genera inclusión laboral y financiera, asegurando que los residuos separados se recuperen y reciclen. Hoy los residuos separados por los vecinos y empresas terminan enterrados y en basurales debido a la ineficiencia del sistema actual. Un modelo que no compite con el Estado, sino que puede complementarlo, ofreciendo herramientas para auditar, planificar y escalar un sistema de reciclaje eficiente.
Reaquila demuestra que la basura puede dejar de ser un problema para convertirse en datos, trabajo digno y nuevos recursos para la industria.
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Gracias DecirComunicación por hacernos llegar la gacetilla con la información de este nuevo proyecto.
