¡Hola, queridos amigos! Qué lindo volver a encontrarnos en las páginas de La Unión para conocer otra historia más sobre nuestro barrio. Así como ya hablamos sobre el nacimiento de las calles Meeks o Laprida, hoy me gustaría repasar la historia de otra de las arterias comerciales más importantes del partido de Lomas de Zamora. Elegí a Maipú, el corazón de las compras en Banfield, mi barrio de toda la vida. ¿Me acompañan?
En 1873, ocho años después de que el Ferrocarril del Sud quedara inaugurado entre Plaza Constitución y Jeppener, un apeadero fue levantado en donde actualmente está ubicada la estación de Banfield. Aunque todavía muy lejos de su esplendor actual, Lanús y Lomas ya eran puntos de referencia para quienes viajaban hacia el sur.
En el medio había sólo campo. Ante la necesidad de un pueblo, varias construcciones empezaron a erigirse alrededor de aquel apeadero. Y entonces, claro, apareció la necesidad de un nombre: se lo denominó como todos lo conocemos, en homenaje al primer gerente comercial del Ferrocarril, Edward Banfield.
En 1920 se remodeló la segunda estación de madera, con dos vías del lado oeste. En el este se levantó un andén por el cual se entraba por un molinete. Ese andén, como solía ocurrir en otros parajes, era el paseo obligado de los domingos para los vecinos. El progreso fue rodeando de a poco la estación con comercios de distintos tipos, que abrieron sus puertas del lado este de las vías. En el oeste, claro, se habían instalado las quintas aristocráticas que en ese entonces servían como lugar de veraneo para las familias ricas de Capital.
Y así fue como las calles de los alrededores fueron tomando otra fisonomía. Sobre todo Maipú, bautizada así por la histórica batalla del 5 de abril de 1818. Con el paso de los años fue creciendo allí el centro comercial, algo más modesto que el de la calle Laprida pero de vital importancia para los banfieños. Esa arteria funcionaba como punto de reunión social para los vecinos. Sobre Alsina, a pocos metros de Maipú, estaba la sala de cine Universal, luego llamada San Martín.
Y en 1894 se fundó el mítico teatro Maipú, ex Roberto Payró. Sobre esta calle también vivieron ilustres personajes del barrio, como el doctor Oscar Alende, médico, político y gobernador de Buenos Aires. Pero para los vecinos de mi generación, sin dudas, el punto de referencia indiscutible de Maipú es la tradicional casa de deportes “La Mascota”, ubicada casi en la esquina de avenida Alsina. Nunca me voy a olvidar de mis escapadas con los pibes del barrio para pararnos frente a la vidriera y mirar embobados las pelotas de cuero, las camisetas de nuestros clubes y los últimos botines de moda. Ahora sí me despido hasta la semana que viene. Los espero para conocer más historias sobre nuestro querido Lomas de Zamora.
Artículo publicado en el diario La Unión de Lomas de Zamora.-
