Un grupo internacional de investigadores recientemente publicó en la revista científica Current Biology un estudio en el que descubrieron que los perros entienden el significado de algunas palabras después de monitorear su actividad cerebral haciendo uso de métodos no invasivos.
El estudio comprobó que los perros parecen entender las palabras que representan objetos específicos que llaman su atención.
Marianna Boros, de la Universidad Eotvos Loránd, en Budapest, Hungría, y su equipo, utilizaron a 18 perros de diferentes razas que incluían a labradores retrievers, border collies y caniches. Sus dueños llevaron cinco objetos favoritos de sus mascotas.
Los investigadores le pidieron a los dueños que dijeran palabras con las que se referían a los objetos poco antes de mostrarles el correcto o uno diferente. A este procedimiento se le conoce como paradigma de violación semántica, donde las palabras se representan con su referente u otra cosa, lo que provoca a su vez un “desajuste”, según indican los científicos en el estudio.

El equipo monitoreó las ondas cerebrales de cada perro mediante electroencefalografía (EEG) no invasiva con el objetivo de identificar si existían cambios en la actividad cerebral después de que el dueño hiciera alusión a un objeto como “pelota”, pero mostrara cualquier otra cosa diferente.
En un video adjunto al estudio, se puede observar a uno de los dueños mostrarle gritarle a su mascota: “Joel, mira, un frisbee”, para inmediatamente después mostrarle un juguete de cuerda.
Gracias a su investigación, el equipo razonó que después de escuchar el nombre de un juguete, los canes “activan” una representación mental de dicho objeto, por lo que un “desajuste” entre dicha imagen y un elemento completamente diferente se vería reflejado en la actividad cerebral de la mascota.

Los investigadores descubrieron que la respuesta cerebral fue diferente para cuando los dueños se referían de manera correcta a un juguete u otro. “En humanos, tal diferencia en el patrón es ampliamente aceptada como evidencia”, comentaron.
“Estos resultados proporcionan la primera evidencia neuronal del conocimiento de las palabras referentes a un objeto en un animal no humano”, indicaron los investigadores en el estudio.