¡Hola, amigos! Qué alegría volvernos a encontrar en La Unión, el diario de nuestro querido barrio, para repasar otra historia interesante sobre el pasado de Lomas de Zamora.
Hoy los invito a viajar a la década de 1930: con el sostenido aumento de la población, los barrios iban reemplazando a las grandes quintas. Esto causó una imperiosa necesidad de transporte para poder trasladar a los nuevos vecinos y que ese crecimiento demográfico no se convirtiera en un problema para las autoridades municipales. Paralelamente, el crecimiento del parque automotor demandó el adoquinamiento de las calles de tierra para posibilitar una mejor circulación.
Con el correr de los años, el sistema de transporte fue cambiando, mejorando, y Temperley se adecuó al progreso: el 9 de julio de 1925, la Comisión de Fiestas Patrias, presidida por el doctor Mario Noguera Bosch, organizó con el auspicio del Touring Club Argentino un desfile de autos y carruajes que lo llamó la “Fiesta del Buen Camino”.
Los folletos de propaganda de esa época anunciaban que “con un buen camino no hay larga distancia, ni vida cara, ni población atrapada, ni atraso en las distintas regiones del país”. También decía la publicidad que “cuando los pueblos tienen buenos caminos no hay monopolio posible por parte de las empresas de transporte”.
Otra cuestión importante que se discutía por aquellos años quedó expresada en este párrafo: “El comercio de Lomas de Zamora conoció la libertad de las tarifas de carga por ferrocarril recién cuando se le dio un camino bien pavimentado, para tráfico liviano y pesado, como el que nos une a la ciudad de Buenos Aires”. De esta forma había llegado la hora de la competencia entre el camino (automotores) y el riel (trenes).
El tan esperado desfile de rodados comenzó a las 14 horas, en 25 de Mayo y Brandsen, ubicando el palco oficial frente a la playa de cargas, en la avenida Meeks. El recorrido pasaba por Lomas, Banfield y finalizaba en Remedios de Escalada.
Al frente iba un coche de carrera marca Stutz conducido por Emilio Emmanuelli, acompañado por Miguel Ángel Firpo. Lo seguía un camión Saurer, en el cual iba una banda de música.
Los representantes de distintas marcas de autos presentaban varios modelos de Ford, Chevrolet, Dodge, Lincoln, Fiat y camiones Saurer y Brockway. Cerraba el desfile chatas de la Municipalidad de Lomas y carros del Cuerpo de Bomberos Voluntarios. El desfile fue un éxito, sumando unas 18.000 personas. En fin amigos, otra historia sobre nuestro pasado. Nos volvemos a encontrar la semana que viene.