jueves, abril 24, 2025
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Evadir la responsabilidad afectiva en la era digital

Terminar una relación afectiva nunca ha sido fácil. Anteriormente, implicaba tener con la persona en cuestión mínimo una o varias conversaciones cara a cara, pero hoy basta con un clic. Dar por acabada una relación sin hacérselo saber a la persona, bloquearla de todas las redes sociales y desaparecer, es un acto de irresponsabilidad. Las personas pasan a ser objetos desechables y temporales. Cuando alguien hace ghosting, está queriendo decir: «No me importas lo suficiente como para darte explicaciones». No solamente esta experiencia te hace sentir usado, sino que deja muchas dudas.

Ahora bien, ¿qué pasa con las emociones de quien es bloqueado?, ¿Qué pasa con la responsabilidad afectiva en las relaciones de pareja o vínculos afectivos?, ¿Será que estamos en una sociedad menos empática y más individualista?. 

El hecho de que el ghosting esté cada vez más presente en la vida cotidiana no significa que no podamos cuestionar esta práctica, dejar de naturalizarla y, sobre todo, observar la

necesidad de construir vínculos más sanos con las personas. 

Negarle respuestas a la víctima del fantasmeo hace las cosas tremendamente difíciles para ella. El hecho de ver que continúo con mi vida «como si nada» puede llevar a un duelo más difícil, porque no hubo una oportunidad de tener una conversación, lo que en las rupturas puede llevar a una aceptación más rápida y, por lo tanto, una sanación en menor tiempo.

Es ahí donde se pone de manifiesto la falta de responsabilidad afectiva. Tener una autoestima sana permite tomar la parte de responsabilidad que me toca en cada momento y respetar mis necesidades y las de los demás. Se trata de tener en cuenta el acuerdo, cuidado y diálogo sobre los sentimientos y emociones que surgen en una relación de pareja. Implica escuchar al otro y acompañarlo, validando sus emociones.

Cuando se practica el ghosting esto no ocurre y el efecto que tiene en la persona es la incertidumbre. Esto la puede llevar a cuestionarse sobre sí misma, si hubo algo que hizo mal, si eso ocurrió porque hay algo erróneo en su aspecto o su forma de ser. Todo eso tiene

efectos en su persona y provoca problemas en su autoestima, su autoconfianza y su capacidad para establecer vínculos en el futuro. El fantasmeo puede generar, a futuro, que las personas comiencen a construir una historia en la que no pueden crear vínculos o no se sienten lo suficientemente valiosas para que alguien decida quedarse en la relación. Algunos pacientes llegan a la psicoterapia con estos síntomas. Son tantas las decepciones vividas que terminan sintiendo que ellos son el problema o que no valen lo suficiente como para que alguien los quiera.

En este contexto, es importante fortalecer la autoestima de quien lo sufre, además de tomar conciencia sobre la importancia de hacer frente a las decisiones de ruptura en una relación afectiva, dejar la evitación y tomar la responsabilidad de conversar «cara a cara», algo que pareciera estar pasando de moda, pero que conlleva afrontar la decisión que se toma con relación a lo emocional y la responsabilidad de asumir un compromiso.

En la era digital, hay que luchar para que desaparezcan la evitación y las mentiras; también para que renazca la responsabilidad afectiva y la validación de los sentimientos ajenos.

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Jazmín Presa
Jazmín Presa
Psicóloga Clínica Especialista en pareja. Autora: “Ámate y luego ama a quien tú quieras”
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