El hecho ocurrió en Nuevo León, México. Los médicos indicaron que la bebé tenía un rabo que “sobresalía al final de su coxis” y que este tenía tejido blando con venas, arterias y nervios.
“La estructura era suave, cubierta de piel y cabello fino, podía moverse pasivamente sin dolor, pero no mostraba ningún movimiento espontáneo”, describieron y aseguraron que la recién nacida estaba sana.
Los especialistas explicaron que hay dos tipos de colas humanas: las “pseudocolas”, causadas por problemas en la columna vertebral o tumores; y las “colas verdaderas”, que poseen músculos, vasos sanguíneos, nervios, pero sin estructura ósea.
Al constatar que este caso pertenecía al segundo grupo, operaron a la bebé para quitarle esa extremidad y luego recibió el alta.